Es gracioso, en mis momentos de bajón y motivación preadolescente apunté en un papelito amarillo las cosas que yo era y no quería ser; Segundona, ser el personaje secundario de mi vida.
Supongo que pensaba quemarlos pero los guardé en un tarro,
me olvidé, y hace 1 mes lo intenté abrir, no se abría...
No sé si es paradójico pero, pienso que, cuando el tarro se abra, será cuando yo me acepte tal y como soy.
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